HABLEMOS DEL EMBARAZO ADOLESCENTE
Entendiendo la magnitud del problema
El embarazo durante la adolescencia es un proceso complejo de abordar en la salud publica. Es más frecuente entre las edades de 15 a 19 años, por lo que la OMS lo considera un problema de Salud Pública. Según la OMS para el 2020 la población adolescente de 12 a 19 años estará sobre los 1,200 millones de habitantes del mundo pero especialmente en América Latina llegara a ser superior a los 180 millones de habitantes.
Las jóvenes embarazadas menores de 18 años con frecuencia difícilmente llegan a ejercer sus derechos: a la educación, la salud, y a un nivel de vida adecuado; ellas pierden su niñez y deben asumir responsabilidades de adultos, a todo esto se suma el riesgo de mortalidad por causas relacionadas a su embarazo (las tasas de mortalidad son más altas si la adolescente es menor a 15 años). Proyecciones recientes plantean que la tasa de embarazo adolescente en América Latina será el más alto del mundo, y que se mantendrá estable durante el periodo 2010-2020.
Para el año correspondiente al 2017, el 13,4% de adolescentes de 15 a 19 años fueron madres o quedaron embarazadas por primera vez, lo que representó un incremento del 0,7% con respecto al año anterior cuando el índice fue del 12,7%, según los datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2017 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Además se detalló que, de ese porcentaje el 10,6 % pasó a asumir el rol materno ese mismo año, mientras que el 2,9% quedó embarazada por primera vez.
Según el estudio realizado por Maria Maque en Huánuco con una muestra de 17 adolescentes embarazadas sobre el embarazo no planificado, se observó que en la categoría social las adolescentes inician sus relaciones sexuales sin presión. Se reconoció en la categoría cultural que las adolescentes tuvieron un complicado acceso a la información sobre el uso de métodos anticonceptivos; asimismo, se evaluó que ellas no son conscientes de la importancia del control prenatal, ocultando el embarazo más allá del tercer mes.
Hablar con las adolescentes y sus parejas suele ser una tarea difícil, más aún cuando temen ser juzgadas o rechazadas. Por su parte las jóvenes parejas suelen atravesar una etapa sumamente estresante debido al cambio y desafíos que se les presentan y además de intentar no restarle importancia a su futuro (estudios, trabajo)
En relación con la sexualidad, en su sentido amplio, las normas y valores permanecen anclados en lo tradicional y es a partir de los que se sanciona no aceptando los comportamientos de los y las adolescentes. El rol de las creencias y la cultura social también influyen en los conocimientos y decisiones en este grupo y generan un fuerte impacto en la accesibilidad y uso de los servicios de salud.
La sexualidad todavía se percibe como un tabú, que se reproduce a través del silencio, los mitos y las emociones negativas, como el miedo en torno a las relaciones de pareja, al sexo, al placer, al erotismo y a la afectividad relación con la sexualidad, en su sentido amplio.
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