Universidad: Reportes de violencia sexual y consumo de alcohol




La agresión sexual es un problema médico y de salud pública complejo.

Aproximadamente el 38% de las víctimas de violaciones completas, que incluyen la penetración forzada y las violaciones con alcohol o drogas, experimentan por primera vez esta forma de agresión sexual entre las edades de 18 y 24.1 años. El término “adultez emergente” se ha usado recientemente para describir el período de desarrollo entre las edades de 18 y 25. Esta fase se caracteriza por transiciones significativas en la vida, como la entrada en la fuerza laboral y / o la asistencia a la universidad, así como aumentos bruscos en la experimentación y el comportamiento inseguro. Este grupo de edad es vulnerable a la violencia y al consumo de sustancias.
Debido a que más de un tercio de los adultos emergentes en los Estados Unidos (EE. UU.) Asisten a la universidad, el impacto desproporcionado de la agresión sexual en esta población es una preocupación creciente. 
La gran mayoría de las agresiones sexuales contra mujeres se producen antes de los 25 años.

La agresión sexual en los campus universitarios  son un tema que recientemente ha llamado la atención de los líderes nacionales, ya se conocen los casos del catedrático de la Universidad católica, Jaris Mujica y del profesor de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología, Julio Alegría Cueto. Por lo que deberían crearse organizaciones para proteger a los estudiantes universitarios de este tipo de agresiones  sexuales. Estudios recientes han encontrado que hasta 1 de cada 5 mujeres en los campus universitarios experimentan agresión sexual, y un alto porcentaje de estas son facilitadas por el alcohol. Sin embargo existen pocos estudios que expliquen  la relación entre el alcohol y la agresión sexual entre las poblaciones adultas emergentes no universitarios.

La violencia es un comportamiento, se sigue confundiendo psiquiatria y salud mental, concepto multifactorial.

Sin embargo, estudios recientes estiman que hasta el 70% de las víctimas adultas jóvenes reportan el consumo de alcohol antes del incidente.

  Estar bajo la influencia del alcohol puede afectar la capacidad de ambas partes para dar y reconocer el consentimiento activo para participar en actividad sexual. 

Además, las personas que se intoxicaron durante un incidente de agresión sexual tuvieron menos probabilidades de informar sobre el incidente porque "no estaban claros si se había cometido un delito" o "no lo hicieron" o que “piense que el incidente no fue lo suficientemente grave como para informarlo”. El uso de alcohol por parte de la víctima también puede tener un impacto en la ayuda y en la búsqueda de atención médica, ya que las personas que consumen alcohol en el momento de la agresión tienen menos probabilidades de llamar a la policía o de buscar atención médica y tratamiento. 
Cabe resaltar que varios estudios demuestran que la intoxicación por alcohol se asoció a una menor frecuencia de reportes a la policía y de pasar la evaluación médica, contribuyendo a la demora de la atención después de la agresión. La atención tardía puede afectar significativamente la capacidad de los pacientes para que se recopilen pruebas forenses durante los exámenes físicos y psicológicos.

 FUENTE: Emergency Department Visits for Sexual Assault by Emerging Adults: Is Alcohol a Factor?  2018 Sep;19(5):797-802. doi: 10.5811/westjem.2018.6.38219. Epub 2018 Jul 26.

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