Depresión en Fiestas
Se acaba el año y pronto llegaremos a diciembre, todo cambia.
Para algunos escuchar las melodías de los coros navideños, suelen ser fatal, porque derivan en nostalgia y otros les genera irritabilidad. ¿Qué es lo que
realmente está pasando en tu mente y en tu organismo? Durante estas fechas es frecuente que muchas personas empeoren en su estado de ánimo, a continuación analizaremos porque sucede esto.
Veamos, tu rutina y el entorno labor
al cambia, pronto te ves acorralado ya que no sabes si podrás visitar a tus familiares en estas fechas, o quizás el presupuesto para fiestas no te es suficiente, entonces tu vida se va convirtiendo en un ajetreo diario, incierto y esto deriva en un aumento del estrés que es traducido a concentraciones elevadas de cortisol y niveles séricos altos de sustancias pro-inflamatorias ¡¡¡ Sorpresa!!!.
El tiempo se vuelve escaso ya que no solo se debe
cumplir normalmente en el trabajo, si no también participar en eventos sociales
que involucran a la familia y a los amigos y en muchos casos estos eventos agobian a algunas personas.
Todo esto, hace que tengamos menos tiempo para
cuidarnos de nosotros mismos, dejamos de comer bien, dejamos el ejercicio,
dormimos menos y no paramos ningún momento para descansar, entonces tenemos ya
todos los ingredientes necesarios para desencadenar un episodio depresivo.
Si además, hemos pasado por épocas difíciles
perdiendo a alguien querido, con problemas médicos, viviendo una separación sentimental o un
despido del trabajo, todo parecerá más difícil de soportar.
Por eso es importante no excluir hábitos saludables. Aquí algunas recomendaciones:
Establecer un presupuesto: Endeudarse para quedar bien con todo el mundo, solo
generará ansiedad. Es mejor tener un presupuesto y respetarlo al máximo,
para que llegue enero con tranquilidad.
La planificación: Tener una lista de cosas que se deben realizar, horarios,etc, es la base de la tranquilidad, pedir ayuda cuando se necesite y calcular el
tiempo de traslado de un lugar a otro. Con esto, si hay eventos
inesperados o a los que simplemente no se llegará, pues es mejor decir que no.
Dentro de la planificación debemos incluir tiempo para descanso y no
renunciar a él por ningún motivo.
Cuidado con el alcohol: El alcohol es un gran depresor y al abusar de él en esta época no
ayudamos al cuerpo a prevenir el estrés ni la depresión.
Tomar consciencia de los sentimientos: Si se ha pasado por meses tristes, enfrentar esos sentimientos es mejor
que ocultarlos y reprimirlos. Las fiestas no son momentos felices para todo el
mundo y es más saludable expresar lo que realmente se siente.
Pedir y buscar ayuda: Si es que regularmente esta época empeora los estados de depresión
de algún familiar o amigo, es mejor darse tiempo y aconsejarle ir a terapia.
Así será más fácil sobrellevar cualquier evento que se presente durante
las fiestas.
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