EDUCAR SIN DROGAS

Recientemente vengo trabajando con adolescentes, quienes me comentan que  tienen información muy básica respecto de las drogas legales e ilegales en nuestro país.

Cuando re-pregunto: ¿Porqué aún sabiendo las consecuencias aceptan probar o consumir por primera vez?  la respuesta casi siempre es la misma: Relaciones disfuncionales con la familia.

 Por tal motivo he decidido crear un pequeño taller sobre PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN de drogas, aplicado al entorno escolar donde los niños y adolescentes pasan la mayor parte del tiempo. Los estilos de crianza, los antecedentes de consumo en loa padres, el bullying  escolar sumado a la mayor accesibilidad a estas sustancias trae como consecuencia la problemática de la ADICCIÓN. 

No estamos avanzando al ritmo de la enfermedad la incapacidad de los jóvenes de pedir ayuda o comunicar sus intereses de experimentar suelen ser siempre pasados por alto. Actualmente si los muchachos consumen drogas, reconozco que mucho tiene que ver con la dinámica intrafamiliar además vivimos en un país  que enaltece el consumo de alcohol en ciertas ocasiones, como durante las festividades nacionales incluso, es difícil condenar el consumo de alcohol entre los jóvenes.

 Es más lo padres ahora dejan que los hijos beban en casa puesto que así los padres sienten tener el "control "de la situación , por lo tanto la edad de inicio ahora es mucho más temprana entre 8 a 9 años bajo la excusa que los padres están supervisando la cantidad de alcohol y los efectos que se producen; además  ocurre que si uno de los padres es fumador va a permitir que su hijo adolescente también consuma tabaco. 

 Incluso el prohibicionismo acabará fomentando el consumo. Pero al mismo tiempo no se puede dejar el consumo de drogas como decisión y voluntad autónoma nuestros adolescentes. Es por ello que educar a las familias sobre la importancia de la VULNERABILIDAD es decir la historia familiar, experiencias tempranas adversas o de aprendizaje pueden ayudar a identificar este tipo de fenotipo.

Hace falta informarlos, orientarlos y seguirlos, porque si no se hace así, fácilmente se pueden dejar llevar por las influencias de sus compañeros, o por la publicidad de alcohol y tabaco de la televisión.